El aroma floral y suave del aceite de lavanda ayuda a relajar los sentidos y a reducir el estrés y la ansiedad, promovoendo una sensación de calma y bienestar. Ayuda a conciliar el sueño y a mejorar su calidad.
Mejora la salud de la piel reduciendo la aparición de arrugas e incrementando la elasticidad.
Tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antifúngicas, reduce la aparición de acné y mejora la circulación sanguínea.